Tres cero cero, la aguja en ángulo recto,
cuerpo, corazón y mente en un momento perfecto,
excepto que me faltas a altas horas de la madrugada,
y la nada de este boli es cómplice de mi almohada.
Yo sin coartada para un crimen y un castigo,
tú sin motivo para quedarte conmigo,
la luna único testigo de un amor que está prohibido,
entre bambalinas las miradas de dos enemigos.
Los mejores perfumes vienen en pequeños frascos,
las mejores canciones suenan fuertes en mis cascos,
más como creía que como realmente creo,
más aquel pequeño crío que este anciano de museo.
Veo el final de un camino que ni siquiera he empezado,
olvido amigos que el destino quiso arrancar de mi lado,
recuerdo miradas, caricias, toques y roces
que gritaban sentimientos que callaban nuestras voces.
Experiencia es quien espera y desespera a la esperanza,
la impotencia de pensarte y pensar que pa' amarte alcanza,
la añoranza de tus pasos con tacones por mi casa,
la templanza de tu pulso si mis canciones te abrazan.
Dicen que el tiempo ayuda, hace olvidar, pero no cura,
tan sólo oculta y disfraza a una verdad tan desnuda,
que te hace temblar si callas en un bar de las afueras,
yo le espero aquí en mi playa con mi ron de Venezuela.
Hazme el amor, yo te haré el amor de mi vida,
resquicios de una copa en tu boca desde el inicio,
yo el orgullo y el prejuicio, tú saltar de precipicios,
y disfrutando el vicio de los besos a escondidas.
Tú la ropa y complementos, yo el calor de los conciertos,
tú sentirte siempre amada, yo mi espada y mis tormentos,
tú y tu príncipe de cuento, yo y mi amor sin argumentos,
me la juego en una operación a corazón abierto.
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