Decidme hermanos, ¿a quién debemos amar?
-¡Al señor! ¡Al señor!
-Sí, amaremos a Dios, ¿Y a quién hemos de odiar?
-¡Al pecado!
-Sí, odiaremos el pecado y lo destruiremos.
-¡Lo destruiremos!
-¿Cómo salvaremos nuestras almas?
-¡Yendo hacia Dios!
-¡Entonces venid a mí y salvad vuestras almas!
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